Estoy cansado, que digo, estoy muerto, no se como sigo de pie, tengo asco y voy como piloto automático, funciono apagado. Creo que estos dos últimos días han sido demasiado fuertes, intensos, exitantes y sin limites. En algunos momentos, en realidad, desde el principio hasta la primera mitad, todo estaba bajo control, en el sentido que la situación no corría riesgos.
Comenzamos en un bar pequeño, "El gato Volador", decía el cartel de la entrada, nada especial, poca luz, humedad en las paredes que estaban pintadas de color verde. El ambiente era tranquilo, un par de mesas con gente. La barra estaba impecable, el barman, limpiaba las copas con rapidez y destreza, cojian un brillo cada véz que miraba, no sabía que ese reflejo lo volvería a ver una y otra vez. La intención nunca fue quedarse ahí.
Fui el ultimo en irme, de hecho, ayudé al barman a cerrar el boliche. No estaba para irme a casa, le invite una copa, sabía donde ir, dirección "Sotano". Un bar de variedad, en el primer piso es zona de conciertos, en el segundo piso es el lugar de la barra y en el tercer y cuarto las galerias de exposición. Bueno es un sitio oculto, que no deja de rodar. Todo el que biene aquí vuelve una y otra véz. La primera véz que vine conocía a una chica que me invito a probar polvo de angel. Estubo bueno, en general me gusta probar todo tipo de drogas, es como desarrollar un sentido que percibe el entorno desde otra modulación o frecuencia. Los sentidos son re calibrados por la sustancia que entra en el sistema nervioso, es él, quien envia toda las fuentes de ondas y nuevas sensaciones que producen estos efectos. No estoy en búsqueda de nada, solo dejo que una parte de mi sea lo contrario de la otra.
Pido una copa y un chupito de vodka, no necesito mas, esta es mi ultima dosis de la noche, era lo que pensaba hasta ese momento. Entre miradas y sonrisas me acerque a una Señorita, así lo parecía, el barman del bar "Gato Volador" estaba enrollado con un travestí, en los baños de hombres, horas antes me confesó que le iba el corte bisexual. Todo bien, para cada día hay un horario, para cada persona un diseño mental, solamente si lo deseas, puedes vivir toda una vida con el sentimiento oculto. Somos algo que descubrimos cada vez que expedisionamos en lo mas interior de nosotros mismos. Bueno, sabía como pasar el tiempo.
Cuando ya arribe a la chica, ella me pidió un cigarrillo. Al principio tenia una cara suave, una expresión dulce pero con un fondo que no se veía, por el brillo de su labios rojos color carmesí que encandilaban.
Así me deje llevar por la corriente para terminar en su orilla, caímos en una habitación del barrio Raval, la alquilaban por horas, así que pagué seis horas, para no andar con prisas, sabía que caería muerto en algún momento.
El saque la mascara de aquella señorita y deje que su mas profundo ser entrara en escena. El sexo todo bien, fuerte, lleno de húmedos, intensos y excitantes pasajes, hasta que me quede dormido, ahí todo viró.
Desperté y estaba atado a la cama y con los ojos vendados. Pensé lo peor, siempre me pasa, es idiota, pero es como un mecanismo de defensa que pienso en algo malo súbitamente. Comienzo a preguntar que ocurría, no había respuestas, solo escuchaba el sonido de unos tacones paseando de un lado a otro. Da un salto a la cama sentándose encima mio, pero ahora pesaba mas, no era la misma chica había otro aroma en la habitación, que mierda pasaba, nunca lo supe.
Suplico que me suelte, que no me gusta la posición, ella no responde. Era imposible zafarse de las correas, una era la mía, estaba echada mi suerte, traspiraba helado, tenía terror, fue ahí cuando empece a sentir que algo caía encima mio.
Era una sustancia caliente, venía de un interior, me estaban cagando encima y se meaban en mi cara. Con el olor vomite, así que ya no solo estaba cagado y meado si no que también vomitado. Llore de miedo, pensaba que seria lo siguiente, meterme cocaína por el ano y ponerme un tubo para aspirarla, que pavor. sentía como me cagaba y meaba sin control, solo por el miedo, mi esfinter se desmayo también y soltó las cavidades.
En un momento colapse y me desmaye, desperté a las horas después lleno de moscas. La mujer de la limpieza, que con una mano cubría su boca y nariz, con la otra me movía para despertar, soltó las correas y salio corriendo, lógico no la culpo.
A esa altura yo parecía el hombre del pantano lleno de mierdas secas por todo el cuerpo, que fuerte. Lo peor era que no había ducha en la habitación, ya me dirás tu, como me fui, con la ropa puesta y lleno de mierda pegoteada y moscas, muchas moscas sobre volando me, parecía que estuviera loco y viviera la vida cagándome encima. Pero no, fue un secuestro después de un polvazo que me costo un baño de mierda gratis. Conozco solo el final y pedazos del comienzo.